Hay Alternativas (Vicenç Navarro, Julián Torres, Alberto Garzón)

Recibo por la Web, el siguiente mensaje cuya divulgación considero de gran interés:

HAY ALTERNATIVAS
Hace un par de meses, la Editorial Aguilar, mostró su interés por  publicar nuestro libro HAY ALTERNATIVAS. Propuestas para crear empleo y bienestar en España, que nos prologó Noam Chomsky.

Cuando ya se había concretado como fecha de publicación el libro el 19  de octubre y se  había comenzado su promoción en la web de Aguilar y en librerías, los editores nos  comunicaron que la empresa deseaba retrasarla sin otra explicación de por medio, lo que  nos obligó lamentablemente a desestimar su publicación en esa editorial. Se confirmaba  así lo difícil que resulta difundir en España, en los  momentos en que son más necesarias  que nunca -como ahora en periodo pre-electoral-, ideas alternativas al pensamiento único  que predomina en el debate político y social.

Para solventar esta situación hemos optado por ofrecer nuestra obra gratuitamente en formato pdf a través de la red y en una nueva edición impresa en Ediciones Sequitur que,  con la colaboración de ATTAC España, se ha arriesgado a publicar rápidamente este libro  que estará  en librerías al precio de 10 euros a partir del 31de octubre.

Tenemos la firme convicción de que solo haciendo que la ciudadanía  sepa lo que de verdad está sucediendo en nuestra economía y divulgando las alternativas que existen a esta aguda crisis del capitalismo podremos salir de ella con más empleo y bienestar social, como demostramos en este libro.

Contra la censura de los grandes oligopolios y el pensamiento único  que imponen los poderes económicos, financieros y mediáticos defendamos la pluralidad y la libertad de  pensamiento conociendo y difundiendo el pensamiento crítico.

Puedes descargar el libro  gratuitamente en:

Web de Vicenç Navarro
Web de Alberto Garzón
Web de ATTAC España
Web de Editorial Sequitur

Nota de IDP: La editorial Aguilar forma parte, junto con Alfaguara,  Altea, El País-Aguilar, Santillana y Taurus, entre otras, del Grupo Santillana, perteneciente, a su vez, al holding PRISA. Los accionistas mayoritarios de PRISA, la familia Polanco (35,016% de las acciones) y, desde mediados del año pasado, un fondo de inversión norteamericano, la Liberty Acquisition Holdings Corp.(57,7% de las acciones). Este  hedge fund agrupa a más de 70 grandes inversores, entre los que figuran GLG, Taurus, Glenhill, Millenium, T Rowe Price, First Eagle,Soros Fund, Fortress, Teachers Advisors, Canada Pension Plan y los bancos Citigroup, Credit Suisse, Deutsche Bank y Morgan Stanley.

La ocultación de alternativas en los falsimedia convencionales es ya más que indignante. La ciudadanía toda tiene que luchar para que algún día se les puedan exigir responsabilidades. El silencio o la manipulación están tratando de tapar estafas, saqueos, asesinatos… Cuando lo que se ocultan son crímenes, el silencio también es criminal. Los medios de desinformación se han convertido hace ya tiempo en cómplices de la  barbarie.

«El voto en blanco perjudica a los partidos pequeños»

Del blog Pensamientos en Libertad. Dolores Amorós.

 

¿ABSTENCIÓN, VOTO NULO O VOTO EN BLANCO?

 

 

Apenas quedan quince días para el 20-N, día de las Elecciones Generales que determinarán la nueva composición de las Cortes españolas. En las conversaciones diarias se oye constantemente el descontento de mucha gente hasta el punto de algunos afirman ya que no van a ir a votar, otros dicen que votarán en blanco y algunos que su voto en las urnas será el pintarrajeo de alguna papeleta; o sea, nulo.

Sin entrar en los motivos de cada cual, cierto es que hay una clara diferencia entre una opción u otra.
Los que todavía hemos vivido bajo la dictadura de Franco, la hemos padecido y hemos entregado ilusión y tiempo por conseguir la DEMOCRACIA pienso que una gran mayoría de nosotros pensamos que ir a votar es absolutamente necesario y coherente con nuestro compromiso democrático. Por ello, desde este lugar instamos a que acudan a depositar en las urnas su opción por cualquiera de los partidos que optan legítimamente a representarnos en el Parlamento.

Pero cabe la posibilidad de que ninguna de las alternativas cumple con nuestros deseos. Bien porque no nos gusta esta Ley Electoral. Bien porque no existen listas abiertas, bien porque nadie despierta nuestro entusiasmo, bien porque de antemano se sabe ya quién es el ganador, etc.

En este caso, ¿votamos en blanco o convertimos nuestro voto en nulo? Para contabilizar los votos que cada opción política ha conseguido y que se traducen en parlamentarios, se contabilizan la totalidad de votos emitidos excepto los nulos. Es decir, los votos en blanco forman parte del cómputo total, mientras que los nulos No.

Siguiendo la Ley d’Hont, un partido debe obtener el 3% del total de los votos computados para que se le asigne un representante. De no alcanzar este 3%, no obtendrá ninguna representación parlamentaria. Por lo tanto, los partidos mayoritarios tienen siempre las de ganar con los votos en blanco. Mientras que es más difícil para un partido pequeño obtener un parlamentario, pues debe conseguir que sus votos alcancen este 3% de la totalidad de los votos emitidos. Y los votos en blanco cuentan para el cómputo total.

Si se está en contra del bipartidismo y se desea que partidos más pequeños puedan llegar al Congreso no debemos votar en blanco. Es un gravísimo perjuicio para la pluralidad representativa.

Reitero: el voto nulo no se cuenta en el cómputo total de votos emitidos. Este tipo de voto se desecha, no sirve para nada. Pero con el voto en blanco podemos perjudicar y muy seriamente a los partidos pequeños y que tienen todo el derecho a estar representados y defender las ideas de sus votantes.

¡Y ahora llega Mariano con las Rebajas!

La senectud de los políticos españoles para una joven democracia que apenas llega a cumplir 34 años

           El poder desgasta, indiscutible, también ejercer de madre, de padre, de jefe o de “cofrade mayor”, pero lo más importante es saber dejarse llevar por la intuición del momento de dejar de “ejercer” para ir retirándose a tiempo antes de hacer el ridículo y estrellar la tarta después de cocinada.

            Interesante reflexión encontramos en el New York Time, sobre la senectud de los políticos españoles para una joven democracia que apenas llega a cumplir 34 años. Recuerda el rotativo que Adolfo Suarez lo dejó a los 48 años, Felipe González a los 40, José María Aznar a los 43 y José Luis Rodríguez Zapatero a los 51, y ahora nos vemos en la tesitura de tener que votar entre alrededor de sesentones. Concluye, pues, el mencionado analista que la edad de los candidatos es un síntoma de que nuestros partidos no han sabido envejecer bien.

            Al aspecto de abuelo gallego de D. Mariano se le suma una larga trayectoria política resumida en el eslogan: “Donde digo: Digo, quiero decir: Diego”, un conservadurismo presente en su elegancia y comedimiento de antiguo patriarca, pero la excesiva experiencia suele atraer la suerte del trineo, que a base de repetir camino sobre la nieve ya no puede desviarse para conocer otros mundos. Y el mundo se mueve muy deprisa, los trenes, los aviones, las nanotecnologías, el pensamiento y la juventud, no tenemos tiempo para tanta parsimonia ni tanto mirar atrás a riesgo de convertirnos en estatuas de sal.

          Mientras D. Mariano compone una frase, mientras su pensamiento corre prudente de dendrita en dendrita en la sinapsis de sus neuronas hasta que su lengua pronuncia el vocablo adecuado, han recorrido la red en inconmensurables millones de yottabites en forma de mensajes juveniles, operaciones financieras, avances en investigación, etc..

                 Y nosotros sentados contemplando como reflexiona un Sr. antiguo acosado por sus más que antiguos, atrasados compadres amenazándole con que si llega al poder le dan 100 días para derogar las leyes del aborto y de los matrimonios gay (Vidal-Cuadras) o “imprescindibles recortes sociales, un adelgazamiento de la Administración pública, una racionalización del gasto sanitario, educativo y del transporte público, “que es muy barato”, así como impulsar la colaboración de lo público privado.” , según anuncia la CEOE, por poner algunos ejemplos.

La rebaja está servida. Las colas en los servicios a la sociedad serán más largas que las históricas de Harrod´s.

«Diario Palentino, 6 de noviembre de 2011.»

Y… detrás de mí, El Diluvio.

«La cara de los Diputados en alta definición

La Mesa de la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados ha aceptado hoy por unanimidad que sus señorías, en la próxima legislatura, dispongan de un iPad, de un iPhone 4 y de una línea de ADSL en sus casas.

…Con esta decisión de hoy, han quedado fielmente retratados.

¿No hay ni un solo diputado de los que nos representan que haya tenido ese mínimo de dignidad y ética para denunciar públicamente esta decisión?

alfonsocortes.com«

Para completar, un poco de humor con Los Calvitos en «El morro de los diputados»

Elogio a la mujer brava

“Estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan…, que exigen, piden, dan, contradicen y sólo se desnudan si les da la gana” Hector Abad.

En esta ocasión en vez de escribir mi propia abstracción, no puedo resistir la tentación de ceder mi espacio para transcribir una estupenda reflexión del escritor colombiano  Héctor Abad, que circula por la Red y que creo que debe llegar a cualquier lector/a.

“Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas”.

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran “no más usted me avisa y yo le abro las piernas”, siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).

A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema.

Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí –y en la fuerza bruta– ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado.

Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.

Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.

Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.

¡Vamos hombres, por esas mujeres bravas!

Oro por que mis dos hijas sean de este maravilloso grupo y encuentren hombres que sepan apreciar a esta clase de nuevas mujeres”

HÉCTOR ABAD

«Periódico CARRIÓN, 31 de octubre de 2011»