Quién guarda a los guardianes  

            Es la eterna pregunta circular. Quién cuida a los cuidadores, quién vigila a los vigilantes, quién juzga a los juzgadores… Los gremios se constituyeron en la Edad Media para defender los propios intereses corporativos, por aquello de la unión hace la fuerza; si compras al por mayor pagas menos, si somos muchos nos defendemos mejor. Es la base de los sindicatos, de los lobbies y las agrupaciones profesionales. Pero, cuando se trata de un bien jurídico público del que penden derechos fundamentales de la persona y del ciudadano, no se puede banalizar y desproteger. Que los jueces se autogobiernen le viene muy bien al Partido Popular. Una mayoría de jueces son ideológicamente conservadores. No hay más que ver sus biografías; hijos de familias ya pertenecientes a la magistratura, o cuando menos procedentes de clanes profesionales en cualquier ámbito. Acceder a la carrera judicial requiere un respaldo económico importante, se necesitan, como poco, cuatro años de gastar y no ingresar, un preparador y, por supuesto, mucha entrega y ganas de estudiar. Son minoría los jueces procedentes de entornos con economía ajustada y/o sin estudios, porque en estos no existe ni siquiera el convencimiento de poder desclasarse para acceder a niveles dirigentes. Las derechas lo tienen muy claro. Pero en democracia eso sería un contubernio. La separación de poderes no incluye zafarse del control supervisor por parte el pueblo soberano. A través de nuestros votos ejercemos el supremo control del legislativo y, por ende, del ejecutivo resultante. Premiamos o castigamos en las urnas. En cada proceso electoral otorgamos el timón a quienes pueden defender mejor nuestros intereses. A la corrupta derecha española le vendría muy bien tener a los jueces comiendo de su mano, por eso bloquean su renovación.

Diario Palentino, 3 de octubre 2021

1º de Mayo, las “europeas” y el ánimo ciudadano

cartel_metro_modifica“En nuestro país, un año más, será la Fiesta del Sintrabajo

      Nuestra democracia se corroe a pasos agigantados. Las elecciones europeas nunca fueron para los propios europeos un quebradero de cabeza ni una duda existencial. Un importante número de ciudadanos afectados pasan de informarse, y de votar. Esta dejación en la participación nos lleva a situaciones tan demenciales como que un ministro (Arias Cañete) en el ejercicio del cargo utilice su sillón, su poder y los medios de todos para hacerse la campaña propia de su ascenso personal.

      Estamos tan cansados de ellos, de todos los que ocupan, dicen, nuestra representación, que ya el hastío nos colma la paciencia y el interés. Pero ¡atención! Esta vez la cosa va más seria, la Europa que pretenden los “antisistema del bienestar” la sueñan basada en la vuelta al liberalismo más voraz, fundamentado en que quién más pueda que más tire y el resto a la cuneta. En versión músico-irónica los Sirex cantarían “Que se mueran los feos…,” (la Derecha añade: y los pobres, y los dependientes, y los viejos…).

      El próximo jueves llega otro 1º de Mayo, Fiesta Internacional del Trabajo. En nuestro país, un año más, será la fiesta del Sintrabajo. Por no tener, ni cifras fehacientes. Medio millón de extranjeros retornaron a sus países, los desencantados de más de cincuenta y cinco años están tan desesperanzados que ya ni fichan, los miles de jóvenes que emigran para buscarse la habichuelas que su tierra natal les niega hasta límites de miseria mental, el trabajo encubierto de supervivientes que pueden, a base de chapuzas, ganarse el pan pero no les llega para pagar impuestos y seguridad social, millones de jóvenes cuasi adolescentes deambulando a la caza de un porvenir cuando ya han sido desahuciados de los estudios por la miserable política educativa en medios, becas de estudios e incremento del precio de matrículas. Esto es el despegue de la economía tan electoralmente pregonado por el Gobierno del PP en campaña electoral europea y precampaña de locales y autonómicas que llegan el próximo año.

      Es importante que tomemos conciencia del peligro de derechización que amenaza a Europa, de que para los banqueros y empresas.com cuanto más paro-menores salarios-mayores beneficios. Son muchos los intereses de mermar democracia y crecer en autocracia.

«Diario Palentino, 27/04/2014»

 

¿Cuánto nos cuesta la corrupción?

Un-Pueblo-Que-Elige-Corruptos-No-Es-Victima“El coste internacional, de la España europea a los corruptos del Mediterráneo”

            Todos los días amanecemos con un coscorrón en la mermada credibilidad en nuestros  gobernantes, en toda esa “élite” encargada de defender la democracia y administrar la caja común rellena con los impuestos fruto de nuestro trabajo, cada día más inseguro y esclavo. Como si fuéramos víctimas de una estampida, asistimos impotentes a nuestro particular culebrón de desmanes hispánicos.

            Cada corrupto que se lleva indebidamente y en su propio beneficio una parte del dinero de todos, sea en forma de “regalos”, como tomar clases de golf a cuenta erario, cobrar por trabajos no realizados, evadir impuestos en todos sus formatos, dejarse obsequiar por amistades mafiosas cuando se ejercen funciones de gobierno, manejar “sobres” en cuentas B a cambio de ¿…?, y un sinfín de despropósitos añadidos, va tomando de nuestra confianza y de la caja común lo destinado a los medios que se nos restan en salud, pensiones, educación, subsidios de desempleo y protección de los más desfavorecidos de la sociedad.

            Y  es que el atraco no es solo a la moral vital y al optimismo ciudadano. Y tampoco es solamente lo que materialmente se llevan para lucro personal, es el ingente gasto producido para la investigación de los “hechos”, jueces y personal judicial, policía, estancias carcelarias y su sobredosis en seguridad, miles de funcionarios “entretenidos” en dilucidar asuntos vomitivos.

            Otro escabroso coste es el internacional. Hemos pasado de ser la España europea integrada en una de las potencias mundiales del desarrollo a ser observados como los ladrones del Mediterráneo, en los primeros puestos del desgobierno, la corrupción política y la pobreza de la población. Y este descrédito tiene su reflejo en nuestra economía, no somos de fiar, los inversionistas huyen, las grandes empresas se deslocalizan, la bolsa baja, nada es fiable en nuestro entorno, solo los carroñeros, rusos entre otros, vienen a expoliarnos a mansalva y a bajo precio los inmuebles más valiosos.

            Entre los “affaires” del PP y de la Casa Real, no necesitamos más referentes. La cacareada Marca España se ha convertido en una lacra que nos deja a la altura del betún. La Justicia coaccionada no puede trabajar debidamente. Si esto ocurriera en una República, su Presidente hace tiempo que hubiese tenido que dimitir para sanear, pero eso nunca pasará con la sangre azul hereditaria. «Diario Palentino, 7 de abril de 2013»

 

 

Lo que sobran son Políticos

“Lo que necesitamos son muchos menos y  mucho mejores”

            Un reciente informe interno realizado por la Moncloa (publicado en diarioelaguijón.com, ver tabla), en España tenemos 445.568 políticos (1 por cada 77 electores del censo de las últimas elecciones de 20N) ocupando cargos en las administraciones, empresas públicas o participadas (estatales, autonómicas y municipales, con 131.250 políticos), fundaciones, observatorios, entes públicos, consejos, defensores, agencias, asesores y asesores de asesores (40.000) y demás órganos y organillos pagados con dinero de todos.

      Se incluyen liberados sindicales (65.130) y patronales (31.210), porque “realizan funciones de organización política del Estado sufragadas también con fondos públicos.

     Tan solo por designación directa en Sanidad hay 8.260 y en Educación 9.320 cargos políticos “ocupados” en tareas de asesoramiento y control de funcionarios y empleados públicos de plantilla.

       Comparativamente mantenemos 300.000 cargos políticos más que Alemania que tiene el doble de población. Y casi duplicamos  el aparato político de Francia  e Italia juntas.

Para hacernos una idea, mantenemos con nuestros impuestos y “recortes” a 105.760 políticos más que médicos (165.967), policías (154.000) y bomberos (19.845) juntos.

       Un partido se sucede a otro y en vez de regular esta situación y hacer limpieza, cada uno que llega habilita (=se inventa) más cargos para colocar a más allegados, fieles afiliados y parientes. ”Son su propia agencia de colocación” y en lo único que consensuan. Hace tres meses el gobierno dijo que suprimiría el 17,4% de empresas públicas y el 10% en los altos cargos. Insuficiente.

        El descontento de la ciudadanía es generalizado, no tenemos hacia donde volver los ojos, Culpamos de la situación en que vivimos y con toda la razón, a los políticos que sufridamente mantenemos para que nos administren bien y resulta que además de haber “más jefes que indios” como dice Javier Fonseca, o tal vez por eso, nos abrasan a recortes en necesidades esenciales y no se recortan ellos, tantos, tan ineficaces e ineficientes.  Lo que necesitamos son muchos menos y mucho mejores.

        Pero…, atención que la picaresca española es superviviente y para mermar estas escandalosas cifras pretenden camuflar sus “recortes” disminuyendo el número de alcaldes (8.112) y concejales (65.896) de los que el 80% son de pequeños pueblos  gratuitos y voluntarios que no cobran, luego no estorban. El publicitar las Diputaciones (1.040 diputados provinciales con sus 970 cargos de confianza) y 266 senadores que dicen reunirse cada quince días, para mirarse el ombligo, es otra engatada puramente interesada.

«Diario Palentino, 17/06/2012»

La imagen del hemiciclo del Congreso casi vacío. La intervención de la ministra de Defensa, Carme Chacón, durante el debate presupuestario.

Aspecto de una sesión del Congreso en la que Carmen Chacón interviene en el debate de Presupuestos.


Cuadro anexo de datos 2012

 *La primera foto ( elpais.com, retrospectiva (07/11/2007, pero sigue igual) no deja de ser significativa. «Un Senado vacío pide más protagonismo» … El portavoz de Coalición Canaria, Alfredo Belda (a la derecha, con el pelo blanco), exigía a la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, que el Gobierno comparezca más a menudo en la Cámara Alta. Le escucharon la ministra (en la foto, respondiendo), un senador del PSOE (primer pasillo, segunda fila), el vicepresidente de la Mesa, las taquígrafas y los ujieres.

 

¿Garantizan las urnas nuestra democracia?

“No me cansaré de poner el dedo en la complicidad ciudadana sobre lo que nos está pasando”

Tal y como está configurado nuestro sistema democrático, con una Ley electoral más que discutible, una dificultosa iniciativa legislativa popular, una organización del Poder Judicial con mal pasado, deficiente presente y muy dudoso futuro, podemos preguntarnos ¿De verdad funciona bien nuestra democracia?

            Los instrumentos para que este régimen de gobierno funcione son, por encima de cualquier otra forma de asociación, los partidos y los sindicatos. Pero estos han tenido un pésimo envejecer en tan pocos años de democracia que llevamos “disfrutando” los españoles. Nuestros medios más representativos de participación no han evolucionado al compás de la ciudadanía y de los requerimientos en los tiempos que corren, ni son transparentes ni fiables. Más bien han conseguido desfondar nuestra fe en quienes hablan por nuestra boca.

       El resultado son mayorías absolutas que otorgan carta blanca a un gobierno, cuyas primeras medidas, y a pocos días de la cita electoral, ya son recriminadas por una buena parte de sus propios votantes. ¿La clase política y sindical ha olvidado el “bien común”, su objetivo primordial, y solo habla para sí?

            ¡A qué tanto ruido! “Las urnas han hablado” dice la Vicepresidenta, Sáez de Santamaría, y en su silogismo, aunque fundamentado en falsos programas y promesas, tiene razón. Las urnas recogen, escuchan y leen lo que los electores depositan, el supremo poder del pueblo.

             Pero… ¿Qué pasa, entonces? Lo vemos en los recientes sucesos de Valencia. Los escolares no votan, pero los estudiantes sí, y los profesores, y las madres y los padres. ¿Pues qué esperaban? Un Jurado Popular absuelve a Camps y las urnas le dan mayoría absoluta en el poder ¿Es que a estas alturas y después de treinta y tres años de democracia constitucional, no sabemos distinguir lo que votamos? ¿Ahora se quejan del aeropuerto sin aviones?

       Sería una lástima pensar en una   verdadera inconsistencia mental del  electorado español. Como si decidiéramos a coces.  –Ahora me enfado con  estos, pues voto a los otros- No me cansaré de poner el dedo en la complicidad  ciudadana sobre lo que nos está   ocurriendo.

       Los superpoderes acumulados en una sola mano suelen ser ejercidos contundentemente y sin piedad. Ya no se lleva cortar cabezas, pero acallar las protestas pacíficas esgrimiendo una violencia extrema parece que está amparado por la ley… y por la urnas.

             Algo, o mucho tendrá que ser revisado sosegadamente en ésta nuestra precaria democracia. «Diario Palentino, 26/02/2012.»