Contratiempo para el PP

Se dice que a D. Mariano Rajoy le habían aconsejado, quienes bien le querían, que se metiera en la cama y no saliera hasta las elecciones. Aparte del dolor de huesos, el consejo dicho así tiene lecturas varias, pero todas ellas han cambiado de pronto con la remodelación de Gobierno de Zapatero.

No ha estado mal que las cámaras captasen esa primera impresión de Cospedal y Arenas con evidente cara de preocupación ante la mejoría de la proyección pública que portaban consigo algunos de los nuevos miembros, aunque Arenas en un episodio más de volver sobre sus pasos y  variar su alocución, dice que donde dijo “Digo…”, quiso decir “Diego”.

Rajoy, a quien flojean cada día más los ánimos y los discursos a medida que crecen las dudas y merman los apoyos internos sobre su aptitud para ser el próximo candidato, lanza un análisis tan improvisado como incomprensible diciendo que el presidente de Gobierno se ha equivocado de artículo constitucional, como si a los oyentes nos preocupara un examen de derecho constitucional a estas alturas de curso.

Recoger a la izquierda socialista con incorporación de la ex IU, Rosa Aguilar, ganar el apoyo sindical sumando un oponente sindicalista con cintura política XXXL, Valeriano Gómez, y darle al gobierno una musculatura indiscutible con Rubalcaba y Jáuregui, son decisiones maestras, que ya han sido aplaudidas por la generalidad de los analistas políticos.

Más extraño y difícil resulta comprender que la Sra. Jiménez vaya para Exteriores y la controvertida  Sra. Pajín, producto directo y exclusivo del aparato, salga de las esferas internas socialistas para ocupar cargos públicos de tanta cualificación. Sobre todo cuando nos hemos cargado el Ministerio de Igualdad, nuestra bandera y orgullo, y a la jóven ministra, Sra. Aído, que nos ha demostrado lo que se puede hacer por las mujeres con mucho trabajo, mucha fuerza voluntad, pocos medios y sin atosigar ni insultar a los hombres. Porque si hay un quid fundamental en materia de defender la igualdad de género es saberlo hacer sin levantar aversiones ni provocar saturaciones con olor a rancio de esas que estomagan. En políticas de igualdad y mujer, como en tantas otras cosas, la gran maestra ha sido Dña. Teresa Fernández de la Vega.

Para empezar con ellas se va la paridad en los ministerios. Ya veremos como sigue. «Diario Palentino,  de octubre 2010»

Más del dicho al hecho

Sin mujeres que anda el PSOE CyL ¿Frenar la despoblación hombres solos? La risa.

La Alcaldesa de Venta de Baños parece el reducto de un género a extinguir en Castilla y León. La cortesía y educación de los caballeros que la preceden también queda patente, si al menos fueran machistas educados no la dejarían la última del cortejo.

De otras cosas se le podrá acusar pero no de mentir. Oscar López dijo en su toma de posesión, como candidato por el PSOE CyL, que no iba a tener  en cuenta para nada las cuotas, y desde luego lo cumple a rajatabla. ¡Ya lo creo!

En eso no se distingue nada de su antecesor Angel Villalba, que no lo dijo pero lo practicó.

Y ahora es cuando surge la pregunta: ¿Tal vez se merecen el  voto en blanco de las mujeres para las próximas elecciones? ¿O es que ya le tienen y por eso no ganan nunca?

Las mujeres y las Cajas de Ahorro

Si en alguna entidad financiera hay discriminación brutal contra las mujeres, es en las Cajas de Ahorro.

Ahora que el Gobierno presenta la Ley de Cajas sería buen momento para establecer la paridad en los Consejos de Administración. La Ministra de Igualdad debiera exigirlo.

A pesar de que buena parte de los impositores sean mujeres viudas y procedentes del mundo rural o pequeñas ciudades, la presencia de la mujeres en los Consejos de las Cajas de Castilla y León brilla por su ausencia, lo que habla de la escasa capacidad de los consejeros, porque es imposible que todas las mujeres de una región o del área de influencia de una Caja sean unas inútiles. La explicación es unívoca: en la elección de los Consejos (del Consejo no de la Asamblea) se practica la  más salvaje ley de la selva, el más fiero se lleva el trofeo o se tapan bocas molestas dentro de los partidos políticos (Léase, P.ej: el Alcalde Valladolid en Caja Duero).

Y esto nos lleva a un segundo aspecto que es urgente regular.

Ahora que tanto se habla de limitar los contratos blindados de los ejecutivos, son precisamente las Cajas, privilegiadas entidades que no reparten beneficios ni pagan un euro por los saldos de las libretas de ahorro y además cobran comisiones de mantenimiento, las que aplican los euros del ahorro familiar de forma ineficaz e ineficiente, porque además de su pésima participación en la burbuja inmobiliaria, del importe destinado a la Obra social se detraen  muy importantes cantidades que van a parar a los bolsillos de  los consejeros del Consejos de Administración por reunirse para «gestionar» los ahorros de los impositores y acordar el reparto  discreccional previo al dictado de los partidos políticos y de la Junta de Castilla y León.

Y llegan a ocupar los puestos de consejeros y cargos relevantes bien remunerados quienes han peleado y conseguido a dentelladas llevarse buenos pellizcos por «estar ahí». Sueldos,  gratificaciones, dietas e indemnizaciones por desplazamientos pueden sumar importes entre los 20.000,00 y 290.000,00 euros anuales (Como lo ha acordado recientemente Caja España para su «segundo» de a bordo, según informa Cadena Ser).

El espectáculo de las fusiones de las Cajas de nuestra región ha sido desmoralizante, no solo para los propios empleados sino por el resultado final, la pasividad de los partidos políticos para poner orden entre sus fieras, el quiero y no quiero de la Junta de Castilla y León, la gestión bicefala en sedes, en cargos, en sobresueldos, los ingentes gastos de negociación durante tantos meses y el incierto resultado final que no dice nada en pro de abrir créditos a las Pymes ni a particulares, ni para activar la economía, más bien su ruinosa gestión llevará a hora la restricción de casi novecientos puestos de trabajo.



Esta región no es apta para mujeres

«Cuando el diablo no sabe que hacer con el rabo se espanta las moscas»

En esta nuestra región se obvia tanto a las mujeres que hasta la Reina Isabel la Católica se remueve en su tumba.

En tiempos de crisis y de extrema seriedad exigible a los políticos, en cuyas manos hemos depositado nuestros destinos, estos, los señores trajeados, Presidente de las Cortes, Consejero de Educación y otras hierbas, no encuentran entretenimiento mejor que  presentar en el hemiciclo en el que se debaten, o debieran debatir los grandes temas de interés ciudadano, un libro que, por la reseña, parece de muy dudosa calidad pero de mucho «compañerismo» y sin ningún rigor historiográfico, tan solo una manifestación ad maiorem gloriam sobre como derrochar dinero público para hacerse una foto de media plana a todo color.

Y lo que es más grave aún, reducir a la única castellana/mujer que , con sus más y menos y sus menos, como todo gobernante varón, ha sobrevivido a la desaparición de las páginas de nuestra historia, rebajándola, en palabras del propio autor a «su gran amor y consejera» (del Rey Católico, a la que cornamentaba siempre que podía) cuando es unánimemente aceptado y por nadie rebatido que toda acción militar o  empresa comercial, se hacía bajo estandarte común de los Reinos de Castilla y Aragón.

¡Para nota!

La sabiduría del Rey Católico aplicada al mundo empresarial

Las Cortes de Castilla y León presentan el libro de Salvador Rus «Tanto monta…»Lecciones históricas de las decisiones de Fernando el Católico», que repasa las estrategias del monarca.

Ical – Valladolid

El Burka: Rotundamente ¡NO!

Para quienes aún llegamos a tiempo de conocer que la mayoría de edad era a los veintiún años y no a los dieciocho, que había cuerpos de funcionarias en los que las mujeres perdían el puesto de trabajo si se casaban, que el código penal justificaba al homicida que mataba a su esposa si la encontraba yaciendo en adulterio con otro hombre, que las mujeres necesitaban el consentimiento y la firma de sus maridos para administrar sus propios bienes privativos, que las casadas no podían abrir cuentas bancarias, ni concertar prestamos, ni mover fondos sin exhibir un poder notarial en el que el esposo las autorizaba.

Quienes hemos peleado duramente en público y en privado, y seguimos en ésta tarea de la igualdad que parece no tener fin e incluso dar marcha atrás, el debate sobre el burka suena ya a pitorreo. La musulmanía coloca a las mujeres muchos siglos antes de la edad de la razón y pone en muy grave peligro los logros conseguidos en materia de igualdad, renueva el terrorismo machista y patriarcal de instinto animalesco y cultivado en la fuerza de la violencia física y la sumisión.

Ni el burka ni el niqab (que solo deja al semidescubierto lo ojos) son de recibo en una sociedad democrática, igualitaria y en la que rigen leyes transparentes y del siglo XXI. Y no se puede apelar a la tolerancia ni al derecho de libertad religiosa ni de la propia opción. Intolerante es el que se traslada a vivir a otro país y pretende imponer su ley de origen. Cuando queremos visitar una mezquita, si lo permiten,  en muchas ni eso, las mujeres debemos cubrirnos la cabeza con alguna prenda. Para entrar en la basílica de San Pedro del Vaticano, hombres y mujeres debe portar pantalón largo. Son normas privadas de uso privado para entrar en recitos privados. El que quiera entrar debe respetar la norma.

Con independencia del peligro que atenta contra las mujeres españolas y europeas, aceptar el uso de estas prendas en lugares públicos supone crear alto riesgo de inseguridad ciudadana. En este país, en cualquier país democrático, nos vemos las caras, sabemos con quien estamos hablando, solo se cubren los atracadores, los terroristas y delincuentes, o disfrazados en fecha de carnaval.

No cabe debate alguno, la seguridad ciudadana de los hombres y mujeres de un país está por encima de todo argumentario enmascarado en términos de tolerancia. «Diario Palentino, 4 de julio de 2010!»