Nosotras y el Papa

Para algunos creyentes la agria polémica suscitada en torno a los gastos de la suntuosa “movida” preparada en torno a la visita del Papa, ha dejado un especie de sin sabor, porque piensan que se ha obnubilado el mensaje a la juventud adepta a su fe.

No es nada ingenioso utilizar persistentemente este argumento que esconde otra muy diferente realidad. Hasta en las televisiones y cadenas de radio lo han utilizado expansivamente para ocultar que en su lujoso escenario “Su Santidad” ha dejado ver una vez más que no ha traído ninguna novedad debajo del brazo.

Bien calzado sobre sus zapatos rojos de Prada al precio de unos mil euros y su desfile de “sayales” de moda vaticana, ha dicho lo de siempre, lo que ya sabemos, que la juventud quiere trabajo y que hay que ser buenos y vivir en el corazón de Cristo.

Nada nuevo para nosotras, las mujeres. Excomunión para las que aborten, excomunión para quien por si acaso se le ocurre ordenar sacerdotisas, aunque curiosamente y como buen político temiendo que se le escapen los feligreses, perdona y readmite a las arrepentidas de haber abortado. Pero no se ha pronunciado ni ha dicho que hay que hacer con el Arzobispo de Granada que en su homilía aseguró categóricamente que toda mujer que aborte se desprecia a sí misma y pierde su dignidad de modo que el hombre puede abusar de ella al ser indigna…

En cuanto a la participación de la mujeres en su iglesia, más de los mismo, mujer-madre, mujer hija, esposa, trabajadora y consagrada, paridora de hijos cristianos y depósito trasmisor de los valores cristianos tradicionales, pero “Como sabemos, el ministerio sacerdotal, procedente del Señor, está reservado a los varones, en cuanto que es el gobierno en el sentido profundo, pues, en definitiva, es el Sacramento el que gobierna la Iglesia”.

Iglesia homófona que desprecia otros tipos de amor que no sean los catalogados como propiamente cristianos, pero soslaya con cautela la pedofilia  cada vez más llamativa dentro de sus filas.

En fin, para nosotras la visita ha sido un espectáculo de relumbre, sin nada nuevo bajo el sol, ha dejado a las mujeres donde bien clasificadas han estado siempre, “pilares de nuestra Iglesia” y como siempre consejos vendo y para mí no tengo, un llamamiento para seguir a Jesús bajo un suntuoso boato entre terciopelos, púrpuras y medidas de seguridad no sea que vengan los judíos y le crucifiquen. Como en todos los colectivos jerarquizados, para los pobres el mensaje de siempre, el que tenga hambre que mate un piojo y chupe la sangre. «Periódico CARRIÓN, 26 de agosto de 2011″

Ver también:

Redes Cristianas

Mujeres Sacerdotes en la Iglesia Católica Española

Evangelizadoras de los apóstoles

Nosotras y el Papa

Para algunos creyentes la agria polémica suscitada en torno a los gastos de la suntuosa “movida” preparada en torno a la visita del Papa, ha dejado un especie de sin sabor, porque piensan que se ha obnubilado el mensaje a la juventud adepta a su fe.

No es nada ingenioso utilizar persistentemente este argumento que esconde otra muy diferente realidad. Hasta en las televisiones y cadenas de radio lo han utilizado expansivamente para ocultar que en su lujoso escenario “Su Santidad” ha dejado ver una vez más que no ha traído ninguna novedad debajo del brazo.

Bien calzado sobre sus zapatos rojos de Prada al precio de unos mil euros y su desfile de “sayales” de moda vaticana, ha dicho lo de siempre, lo que ya sabemos, que la juventud quiere trabajo y que hay que ser buenos y vivir en el corazón de Cristo.

Nada nuevo para nosotras, las mujeres. Excomunión para las que aborten, excomunión para quien por si acaso se le ocurre ordenar sacerdotisas, aunque curiosamente y como buen político temiendo que se le escapen los feligreses, perdona y readmite a las arrepentidas de haber abortado. Pero no se ha pronunciado ni ha dicho que hay que hacer con el Arzobispo de Granada que en su homilía aseguró categóricamente que toda mujer que aborte se desprecia a sí misma y pierde su dignidad de modo que el hombre puede abusar de ella al ser indigna…

En cuanto a la participación de la mujeres en su iglesia, más de los mismo, mujer-madre, mujer hija, esposa, trabajadora y consagrada, paridora de hijos cristianos y depósito trasmisor de los valores cristianos tradicionales, pero “Como sabemos, el ministerio sacerdotal, procedente del Señor, está reservado a los varones, en cuanto que es el gobierno en el sentido profundo, pues, en definitiva, es el Sacramento el que gobierna la Iglesia”.

Iglesia homófona que desprecia otros tipos de amor que no sean los catalogados como propiamente cristianos, pero soslaya con cautela la pedofilia  cada vez más llamativa dentro de sus filas.

En fin, para nosotras la visita ha sido un espectáculo de relumbre, sin nada nuevo bajo el sol, ha dejado a las mujeres donde bien clasificadas han estado siempre, “pilares de nuestra Iglesia” y como siempre consejos vendo y para mí no tengo, un llamamiento para seguir a Jesús bajo un suntuoso boato entre terciopelos, púrpuras y medidas de seguridad no sea que vengan los judíos y le crucifiquen. Como en todos los colectivos jerarquizados, para los pobres el mensaje de siempre, el que tenga hambre que mate un piojo y chupe la sangre. «Periódico CARRIÓN, 26 de agosto de 2011″

Ver también:

Redes Cristianas

Mujeres Sacerdotes en la Iglesia Católica Española

Evangelizadoras de los apóstoles

“Ellos las prefieren tontas”

“Con mayor intensidad sentimos que las mujeres políticas que nos colocan los hombres para representarnos deben superar una prueba de docilidad y obediencia para que no les hagan sombra en su elucubrante gestión”

Cuando oímos hablar de Dolores Ibárruri, de Clara Campoamor, de Victoria Kent y otras tantas anónimas mujeres políticas, profesionales, independientes, con criterio propio y de personalidad y formación arrolladoras, que pelearon en estrados políticos, judiciales, universitarios, etc. tratando de convencer con sus buenas razones y su mucho esfuerzo lo que consideraban mejor para la sociedad de su tiempo, por encima del discurso casi siempre interesado y solapado de algunos o muchos hombres de su tiempo, no podemos por menos que tomar aire y aún en momentos de desaliento, pensar: ¡Hay que seguir trabajando en la igualdad! Las ministras que han exigido la presencia de las mujeres en las políticas públicas (Teresa Fernández de la Vega, Bibiana Aído, y sus antecesoras de los tiempos aún más difíciles) están desapareciendo pausadamente y en silencio.

Somos muchas las mujeres españolas que cada cierto tiempo nos vemos invadidas por ese sentimiento de estupor, ese sonrojo silencioso que nos deja sin aliento y con un nudo en el pecho que nos aprieta como un puño, cuando queremos defender a ultranza la ocupación de puestos en cargos de decisión pública o privada y nos topamos con una mujer que presuntamente nos representa y cuando habla  mete las patas sin ningún pudor porque se limita a leer sin previo conocimiento ni crítica lo que otro ignorante la ha escrito sobre la marcha para salir del paso evitando el cálculo del ridículo a que nos somete a todas las demás paisanas.

En el reciente Debate sobre el Estado de la Nación, ocasión anual de poner las cartas sobre la mesa para gobierno y oposición, escenario en el que todos los partidos, formaciones y tendencias tienen su tiempo para examinar, proponer y analizar de pasado y de futuro lo que conviene a nuestro país, el sonrojante lapsus emocional vertido por la Sra. Diputada nacional por Coalición Canaria, Dña. Ana Oramas ha dado pie a mucho macho de ambas orillas para desprestigiarnos y decir que las mujeres no valemos para hacer política, mientras que muchos presuntos intervinientes de la derecha desbarran con más vergonzosos argumentos a diario y nadie resalta su metedura de pata. La mancha  no solo la estropeó el traje sino todo el ropero de años que lleva peleando con pertinaz maestría los intereses de los canarios. Su ciertamente “desbarre” relatando sus coincidencias con Zapatero nublaron el resto de su discurso lleno de verdades como  “bancarrota democrática” “sociedad sin esperanza” “envenenamiento progresivo de la convivencia política” “priman la fidelidad y la disciplina frente al talento y la competencia” etc. Pero tan satisfechos los hombres presentes en todas las bancadas pusieron la nota en el minuto de lapsus de ridiculez que la hizo perder todo el partido.

Cada día con mayor intensidad sentimos que las mujeres políticas que pretenden representarnos no son más que “sumisas, dóciles y jaboneras”, como dice mi amigo Tomás. Políticas designadas por hombres para que sean obedientes y no les hagan sombra en esta su desastrosa gestión de los recursos naturales, de las políticas de desarrollo, de las instituciones democráticas y de la despensa mundial. Esta crisis mundial que soportamos y que afecta sobre todo a las mujeres más pobres y empobrecidas y a sus pequeños, habla por sí misma. ¿Quién está el frente de los bancos, las multinacionales, los gobiernos y las guerras? Hombres, hombres, hombres. Ya han demostrado lo que saben hacer, es mejor que se aparten de los asuntos importantes y se vayan a jugar al golf o al mus, que tanto les pone. «Periódico CARRIÓN, 16 de julio de 2011»

*Foto Lucía Meler Maura.

Crisis y Mujeres

“El retroceso en la igualdad es patente, ni los partidos que enarbolaban la bandera feminista y de la igualdad respetan ya sus propias normas sobre las tan discutidas cuotas”

Ya antes de la crisis las cifras que daban los niveles de pobreza se engrosaban sobre todo por mujeres (70% de los habitantes del planeta). Mucho más, por supuesto en los países del subdesarrollo donde entre los pobres, las más pobres aún son las mujeres.

Pero en cualquier parte, la leyenda de que en caso de divorcio nosotras somos las que expoliamos al otro consorte no es más que eso, un tópico machista para hacer malos chistes y más que mediocres comentarios de barra de bar. La regla general es que una divorciada sufre automáticamente una merma en su poder adquisitivo y en la calidad de vida de sus hijos a cargo.

Sabemos por experiencia de nuestro entorno social que una mujer sin recursos propios es más candidata a perder el control sobre su propia vida que otra que se vale económicamente por sí misma.

Una crisis como la que estamos sufriendo está socavando aún más los cimientos de la desigualdad, y ante la escasez de medios las mujeres sufrimos más que los hombres si las circunstancias personales nos llevan al desempleo, al divorcio o al maltrato y con ello al callejón sin salida de la sumisión y el aguante.

Dicen los sociólogos que en los últimos años el número de matrimonios contraídos se reduce proporcionalmente a la población, tal vez mejor una vida en común sin contratos y para quien lo acredite alguna que otra subvención. También apuntan que los divorcios no disminuyen, sin embargo aumenta el número de parejas separadas o divorciadas que comparten techo porque no se pueden permitir dos viviendas, lo que será muy parecido a vivir en un infierno.

El retroceso en la igualdad es patente, ni los partidos que enarbolaban la bandera feminista y de la igualdad respetan ya sus propias normas sobre las tan discutidas cuotas mientras las mujeres socialistas callan y otorgan. En nuestro país concretamente la Derecha nos está dando lecciones, dos presidentas regionales, dos portavoces de nivel y no quiero meterme a contar diputadas nacionales y provinciales, alcaldesas, etc. por no salir trasquilada.

Dice el refrán del tahúr que si se juegan mal las cartas lo que se gana en un año puede perderse en un día. Es lo que nos está pasando a grandes zancadas. En los trabajos los hombres comienzan a invadir determinados empleos remunerados que antes nos dejaban para nosotras como a seres inferiores. En otras circunstancias se daría otra lectura y tendríamos que contárselo con positividad. Ahora estamos en una jungla de supervivencia, los codazos y pisotones son para los más expertos, si bajamos la guardia nos costará mucho tiempo y esfuerzo retornar al nivel perdido. «Periódico CARRIÓN, 1 de julio de 2011»

ESCLAVAS NIGERIANAS

“De esta situación, tan responsables morales son quienes trafican como quienes solicitan los servicios. Sin demanda no hay oferta”

En el aula de Tertulias de Actualidad que coordina Agustín en la Universidad Popular de Palencia, una valiosa mujer llamada Josefa, maestra jubilada y polifacética colaboradora en diversos frentes de colectivos sociales que precisan que alguien les eche una mano, propuso que debatiéramos sobre la esclavitud de las mujeres nigerianas, dio algunos datos y defendió con calor la lucha contra esos atropellos hasta que tomamos clara conciencia del gravísimo problema.

Habitualmente oímos las noticias como el ruido en la calle, nos enteramos a medias de lo que no nos afecta por aquello de estar medianamente informados, sabemos que hay problema de tráfico de mujeres para esclavizarlas en la prostitución, siempre hubo proxenetas. Antes nos hablaban de la “trata de blancas” que practicaban “los moros”, ahora ya la “mercancía” es de todos los colores y razas, al igual que los traficantes.

Pero la cuestión de las mujeres nigerianas (senegalesas, etc.) está alcanzando cotas de verdadera vergüenza humana, de auténtica preocupación desde el momento que no solamente son engañadas, como tantas otras, que viajan a países lejanos con la esperanza de tener un buen empleo y ganar un dinero para volver con sus hijos y familiares, sino que permanecen secuestradas, forzadas, expoliadas de sus “papeles” y aterradas bajo palizas constantes fotografiadas para enseñarlas a sus compañeras, y prácticas de vudú mediante las que, presuntamente, hacen daño a sus familiares o amputan literalmente algunos dedos de sus hijos para mostrárselos y disuadirlas de denunciar su situación.

Los captadores/captores son personajes de su propio país que las prometen trabajos de hogar o dependientas, las venden por unos trescientos euros un traje de neopreno y las hacen saltar de la patera a kilómetros de la costa, pero hasta llegar a ésta ya han sido violadas varias veces por propios y ajenos y ha firmado un contrato de deuda de unos cuarenta mil dólares de los que responderán sus familiares de Nigeria si ellas no lo pagan.

Tienen entre 18 y 30 años, trabajadoras sexuales obligadas en jornadas interminables, con un solo día de descanso al mes sin salir y que debe ser empleado en preparar la comida y atender a las otras compañeras que no están descansando.

Titulares de prensa como: Policía española desarticula red de trata de seres humanos, Las Fuerzas de Seguridad atienden a un 26% más de víctimas de explotación sexual en 2010, La policía identificó a 1.641 víctimas de trata de seres humanos en 2010 en España, el 92% mujeres,  El 68% de las víctimas tienen residencia legal en España, Fueron desarticuladas 335 organizaciones criminales,etc. no debieran dejarnos fríos.

Manuel Morales Lama, Presidente del Instituto Hispano Luso Americano de Derecho Internacional, en su artículo titulado “En torno a “la trata de seres humanos” califica la trata de seres humanos de “prácticas odiosas” junto con la esclavitud y el tráfico de estupefacientes y lo define como :  “La captación, transporte, transferencia o acogida de seres humanos, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción (rapto, fraude, engaño y abuso de poder) o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación, que incluye: la prostitución ajena, la servidumbre, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud e incluso la extracción de órganos.” Que viene a ser la traducción del artículo 3a) del “Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente Mujeres y Niños” (New York, 2000).

En similar y amplificada redacción aparece recogido este tipo delictivo en el Título VII bis, artículo 177 bis de la reciente modificación de nuestro Código Penal. De modo que, instrumentos legales sobran, el problema radica en que el terror que padecen esas mujeres las impide denunciar y pedir protección, para sus hijos y familiares no la hay. Y de esta situación tan responsables morales son quienes trafican como quienes solicitan los servicios. Sin demanda no hay oferta. «Periódico CARRIÓN 2ª quincena 2011»