El atraco de la calle Jardines (IV)

      Vuelve a primera página el acuerdo por el que el entonces bárbaro presidente de la Diputación, Enrique Martín, y su ladino escudero, exigieron arruinar a los ciudadanos palentinos a cambio de permitir la continuación de apenas doscientos metros en la calle Jardines. Claro que por entonces gobernaba el PSOE, por lo que la Diputación tenía que poner palos en las ruedas de todo lo que beneficiara a determinados barrios de la ciudad. Pero, cosas de la democracia, al año siguiente entró a gobernar el PP en el ayuntamiento y durante ocho años no ha encontrado la manera de subvertir o cumplir aquél leonino acuerdo convertido hoy en una deuda de 24 millones de euros (¡Ojo! Tocamos a 317 euros por cada ciudadano palentino, incluidos niños). El urdidor, Isidoro Fernández Navas, quien osciló como un péndulo entre el ente local y el provincial, se encontró con aquél marrón pergeñado por él mismo cuando estaba sentado en el otro sillón, y alegó que no había dinero para cumplirlo. Estos retrasos han aumentado en 5 millones los intereses, también leoninos, de aquella dudosa valoración que nunca estuvo justificada con claridad.  La cuestión es que la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, exige que se la pague ya, y llevamos ocho años viendo el tira y afloja de PP contra PP y los palentinos de la capital expoliados por la usura y los sueños faraónicos de malos gobernantes, que pretendieron jugar a inmobiliarios para construir 400 viviendas en torres de siete y catorce alturas, en una ciudad moribunda donde lo que sobran son viviendas y lo que falta es gente que se va porque no hay trabajo. Echa la cuenta y vota PP. Quien quiera acceder a los tres capítulos anteriores que sobre este affaire publiqué en Diario Palentino, lo tiene a continuación.

«Diario Palentino, 30 de diciembre de 2018»

El expolio de la calle Jardines, 10 de abril de 2010

El misterio de la calle Jardines ( Cont. El expolio), 22 de septiembre de 2011

¡Arrepiéntete! (III Entrega de de «El expolio en la calle Jardines»), 18 de octubre de 2011

444 Excluidos y otras carencias

           Al ayuntamiento de Palencia le debe sobrar el dinero porque ya tiene todas las necesidades ciudadanas y todas las instalaciones bien atendidas, todo está perfecto, por eso decide bajar impuestos, y no cualquier partida sino la que mayores ingresos supone, el IBI de Urbana que consigna en 2017 la friolera de quince millones, trescientos cincuenta mil (15.350.000,00) euros. Un impuesto de justicia porque grava la propiedad: quien no tiene no paga; un impuesto que los ciudadanos abonan con gusto porque certifica que poseen bienes inmuebles. La rebaja de un 3% en la cuota no se hará notar en las economías familiares ¿Qué puede suponer, 5, 6, 10 euros al año para una vivienda de tipo medio? Y, ahora la pregunta: Vd. ciudadano-propietario palentino ¿estaría dispuesto a renunciar a esos pocos euros a cambio de mejoras en instalaciones deportivas, jardines, servicios municipales,  limpieza,  transporte urbano o deporte infantil y juvenil? La rebaja solo beneficia a los grandes propietarios, no a las familias.

            Ese 3% del IBI Urbano va a suponer una merma de 460.500 euros. Fíjese, querido lector, casi medio millón de euros, lo que se puede hacer con esa cifra. Por mucho menos casi nos cae un nombre publicitario al Pabellón de Deportes, por mucho menos se minimizaron las fiestas de San Antolín. Con parte de eso se podría financiar material escolar, verdadera cuenta sangrienta para muchas familias palentinas. O contratar parados sin subsidio. O apoyar con mayor determinación a la Universidad Popular de Palencia, que con 85 profesores (infrapagados) imparte 177 cursos a 3.500 alumnos adultos y ha dejado fuera este año a 444 solicitantes por falta de medios. El gobierno municipal dice que la bajada va encaminada a la creación de empleo y de activación económica. Ya me contarán qué papel hace rebajar el IBI en ese fin. No se entiende si la intención es electoralista  o dejar campo quemado al que venga detrás. 

«Diario Palentino, 15/10/2017»

A vueltas con nombres comprometedores

         Hacer y deshacer todo es labor. El ayuntamiento palentino acuerda retirar el nombre de Marta Domínguez al pabellón municipal de deportes y en la misma sesión aprueba llamarlo España-Duero. El descontento se respira en las calles de la ciudad, no tanto por el primer acto como por la decisión de colocar en un espacio público ciudadano el nombre de una empresa financiera que arrastra consigo los demonios de la corrupción de los últimos tiempos: investigados por estafa piramidal, créditos autoconcedidos por los propios altos cargos a sus empresas, cobros hipotecarios indebidos, políticos negligentes en su deber in vigilando, rescate a costa de las familias españolas y la reciente denuncia del FROB ante la fiscalía anticorrupción por nueve operaciones irregulares que sumarán perjuicios económicos por unos 120 millones de euros. Al descontento general se añade el de los individualmente afectados por cláusulas suelo, participaciones preferentes y subordinadas, ejecutados por impagos de hipotecas, etc. Ni aunque fuera el nombre de otra entidad menos polémica, no procede, no es bueno para la ciudad.

            Cien mil euros es el precio por el que algunos munícipes han vendido el nombre y la publicidad hasta diciembre de 2018, fecha en que se tendrá que hablar otra vez del tema. Un ejemplo más de mezclar churras con merinas y crear polémicas por cuatro perras que supone este mecenazgo en el global del presupuesto vigente de casi ochenta millones de euros. Vale que se muestre la publicidad interior del patrocinador, pero el nombre del pabellón que sonará fuera no añade nada favorable a la marca Palencia ni crea identidad estable. Denominar los espacios públicos de forma permanente y definitiva con referentes tradicionales o geográficos evitaría controversias innecesarias y una mayor sensación de integrar lo nuestro. Además el deporte ya está bastante contaminado por la sombra de los intereses crematísticos.

«Diario Palentino, 23 de julio de 2017»

 

Aprendiendo a pactar

CGMz1bPXEAEx4Ma“Algunos todavía no se ha enterado de que los ciudadanos queremos cambio”

               El culebrón cotidiano de los pactos atrae más la atención ciudadana que los folletines lacrimógenos o la clasificación de los equipos futbolísticos. Al final de cada jornada la pregunta estrella es: cómo quedan los ayuntamientos o las comunidades autónomas pospactos, quién se ha visto con quién, en reunión secreta o anunciada, si han cerrado algún tema, y hasta cuál ha sido el menú: tortilla francesa, ensalada y pescadito, en fin, comida sana y popular, lejos de los miles de euros de las escandalosas tarjetas negras. Gestos que acercan al pueblo. Eso está bien, transparencia y cercanía. Qué bonito.

               Ahora vamos con la enjundia. Para los elegidos, consiste en darse por enterados de que los ciudadanos hemos votado cambio, no solo de partido de alternancia en el gobierno, sino en el amplio campo de las formas de hacer política, para que nos escuchen a lo largo de toda la legislatura y  no olviden que solo son mandatarios públicos, mano ejecutora que cumplirá con su deber consiguiendo el bienestar y la justicia para sus mandantes.  

               Por nuestra parte, la de las mujeres, seguimos con especial atención los avatares a que son sometidas las valientes que han irrumpido en las alturas de la política sin proceder de los talleres de manufactura de los partidos. Manuela Carmena, Mónica Oltra y Ada Colau, entre otras, están sufriendo la doble persecución, primero la de los adversarios que quieren ocupar su lugar aunque los votos les hayan sentado en la fila de atrás, y además, como siempre, una especial asechanza por ser mujeres, ya se sabe, tenemos que demostrar doble valía que el más valioso hombre.

               Los nervios atacan a PP y a PSOE. En su parafernalia preelectoral se han cebado en críticas e improperios contra las formaciones nuevas, ahora toca comerse las palabras y salvar el tipo a cualquier precio; el PP dice que es de centro-centro, vamos casi de izquierdas; el PSOE  se siente  portador de la reserva izquierdista española, aunque bloquee de forma furibunda a Mónica Oltra en la Comunidad Valenciana. El PP, quiere a Ciudadanos por vivir, los reconoce como hijos propios, y  no andan descaminados. Albert Rivera es quien peor lo tiene, no puede pactar con izquierdas porque es centro-derecha, pero si se deja fagocitar por el PP sus días están contados. Seis días quedan, los pulsos se aceleran, momento histórico, no me lo pierdo.

«Diario Palentino, 7 de junio de 2015»

Sol y nervios. Primavera y elecciones

rajoy_bigotesQue retorne el sol para las libertades ciudadanas

             Sale el sol y atacan los nervios a los políticos. No queda nadie en los despachos; alcaldes, concejales y otras hierbas de la especie política brujulean de cofradías a inauguraciones buscando la foto definitiva que les hará ganar las elecciones. Cada entrevista  se prepara con esmero y un equipo de asesores que alientan al púgil, le dan palmaditas de ánimo -tú eres grande-, antes de salir a las ondas que llevarán sus palabras hasta los presuntos electores. Qué pasará. Hay que trabajar duro, prometer y prometer, ya lo dijo D. Adolfo, -Puedo prometer y prometo-, aunque él tal vez podía, otros prometen sabiendo que no pueden ni deben. Es en lo que ha derivado nuestra ajada democracia.

            Anonadados quedamos los españoles ante la comunicación concisa y veraz del funcionario francés explicando la causa suicida de la tragedia aérea. Menuda suerte, unas gotas de ilusión nos inundan, hay otros mundos posibles en los que las autoridades no mienten a sus ciudadanos porque les respetan, les contestan, no tienen prisa en cerrar la carpeta y levantar la sesión de aclaraciones en la rueda de prensa. Aleluya. Si otros lo pueden disfrutar nosotros también, es cuestión de remangarse y decidir adecuadamente.

            Sin pérdida de tiempo y ante los pronósticos del trompazo electoral, el todopoderoso Partido Popular acaba de aprobar la Ley Mordaza que pone fin a una era histórica de libertades ciudadanas estrenadas al salir de la macabra dictadura; aprueba un nuevo Código Penal que retoma la cadena perpetua condenada por los derechos humanos. Pocos días antes, el ministro Wert expulsa a los estudiantes de las aulas universitarias con su receta de tres cursos caros más dos cursos carísimos e inaccesibles para los jóvenes españoles maltratados por la crisis. De la corrupción interna, esta vez, ni hablamos.

            Está claro que los candidatos de los partidos aspirantes estén de los nervios, lo que no se entiende es que lo estén en el PP, dónde a poco autoanálisis que hagan deberían tener claro que su destino final es el descalabro local como previo al nacional, o llegar a la conclusión no menos alarmante de que están gobernando una panda de borregos. La deriva arrastrará alcaldes de pequeños municipios que pertenecen a una estirpe política distinta donde las satisfacciones son escasas. Como siempre pagarán justos por pecadores. Amén.

«Diario Palentino, 29/03/2015»