Declaración de la Asociación de Teólogos y teólogas Juan XXIII con motivo del viaje del Papa Benedicto XVI a Santiago de Compostela y Barcelona

Redes Cristianas

Nos parecen escandalosos por insolidarios y antievangélicos los elevados costes del viaje a sufragar por el erario público –varios millones de euros- en plena crisis económica, con más de ocho millones de pobres, entre ellos cuatro millones de desempleados, recortes en los servicios sociales, reducción de las pensiones y de los salarios de los trabajadores. Gastos tan desmesurados demuestran la insensibilidad del propio papa, de las instituciones públicas y de la propia Iglesia hacia los sectores populares que sufren en sus propias carnes las consecuencias de la crisis de manera más acusada, sobre todo los inmigrantes.

Jesucristo que estás en los cielos

No soy creyente al uso ni lo pretendo, simplemente quiero seguir conservando, a ser posible, lo poco que queda de mi fe infantil en la humanidad solidaria, en las personas, en los discursos sinceros, en las buenas gentes que dirigen países, Estados y comunidades bajo el objetivo absoluto de hacer bien su trabajo para que los frutos se repartan con equidad.

Ese Jesucristo del que hablan los católicos, con sus deficiencias machistas y conformistas  que no supieron superar el reflejo de sus tiempos, fue no obstante el primero en anticipar un ¿atrevido? discurso  de igualdad entre todos los seres humanos. Vamos a dejarlo así de momento.

Lo que este sacrificado Santón no supo prever en sus profecías, era el desmán de lujo, egos, derroches e hipocresía a los que iba a servir de fundamento su mensaje. Ya sacó su correa y atizó a los mercaderes de su templo, pero fue tarea banal. Las jerarquías de las cumbres eclesiales no tienen el Evangelio como libro de cabecera, están más a los modelitos de la Sta. Pepis y a los diseños de estolas, bandas, borlas  y capellinas que al hambre de los pobres.

Con los ecos aún recientes del movimiento “Rebélate contra la Pobreza” que agrupa 116 millones de personas en un total de 100 países en lucha contra la pobreza por el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en una Alianza civil exigiendo justicia social, el Sr. Pontífice de los católicos, sin rasgarse las vestiduras y rodeado de todo lujo de costoso boato, osa desafiar la fe de sus creyentes y malgasta y hace malgastar millones de euros para darse un baño de multitudes que tanto halagan su Ego.

Millones de euros hurtados a los alimentos, a las vacunas infantiles, a la sanidad de los partos de las mujeres, a la alfabetización del mundo profundo. Sin cargo de conciencia y como si se tratara de un artista de Hollywood desfila, bendice, practica el besamanos en una descarada escenificación del olvido más absoluto del mensaje que perversamente manipulado “ad hoc” le ha elevado a ese fastuoso trono y poderío.

Comiéndose con sus excesos el pan de los pobres, se pasea por el mundo este hombre, un solo hombre, Benedicto XVI, que en palabras del ilustre teólogo Juan José Tamayo “ejerce su autoridad religiosa antidemocráticamente y la jefatura de Estado de la Ciudad del Vaticano con un poder absoluto superior al de los faraones egipcios, los emperadores romanos y los califas del Imperio Otomano. Poder que le otorga la nueva Constitución vaticana vigente desde 2001. «Diario Palentino, 7 de noviembre de 2010»

Jesucristo que estás en los cielos

No soy creyente al uso ni lo pretendo, simplemente quiero seguir conservando, a ser posible, lo poco que queda de mi fe infantil en la humanidad solidaria, en las personas, en los discursos sinceros, en las buenas gentes que dirigen países, Estados y comunidades bajo el objetivo absoluto de hacer bien su trabajo para que los frutos se repartan con equidad.

Ese Jesucristo del que hablan los católicos, con sus deficiencias machistas y conformistas  que no supieron superar el reflejo de sus tiempos, fue no obstante el primero en anticipar un ¿atrevido? discurso  de igualdad entre todos los seres humanos. Vamos a dejarlo así de momento.

Lo que este sacrificado Santón no supo prever en sus profecías, era el desmán de lujo, egos, derroches e hipocresía a los que iba a servir de fundamento su mensaje. Ya sacó su correa y atizó a los mercaderes de su templo, pero fue tarea banal. Las jerarquías de las cumbres eclesiales no tienen el Evangelio como libro de cabecera, están más a los modelitos de la Sta. Pepis y a los diseños de estolas, bandas, borlas  y capellinas que al hambre de los pobres.

Con los ecos aún recientes del movimiento “Rebélate contra la Pobreza” que agrupa 116 millones de personas en un total de 100 países en lucha contra la pobreza por el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en una Alianza civil exigiendo justicia social, el Sr. Pontífice de los católicos, sin rasgarse las vestiduras y rodeado de todo lujo de costoso boato, osa desafiar la fe de sus creyentes y malgasta y hace malgastar millones de euros para darse un baño de multitudes que tanto halagan su Ego.

Millones de euros hurtados a los alimentos, a las vacunas infantiles, a la sanidad de los partos de las mujeres, a la alfabetización del mundo profundo. Sin cargo de conciencia y como si se tratara de un artista de Hollywood desfila, bendice, practica el besamanos en una descarada escenificación del olvido más absoluto del mensaje que perversamente manipulado “ad hoc” le ha elevado a ese fastuoso trono y poderío.

Comiéndose con sus excesos el pan de los pobres, se pasea por el mundo este hombre, un solo hombre, Benedicto XVI, que en palabras del ilustre teólogo Juan José Tamayo “ejerce su autoridad religiosa antidemocráticamente y la jefatura de Estado de la Ciudad del Vaticano con un poder absoluto superior al de los faraones egipcios, los emperadores romanos y los califas del Imperio Otomano. Poder que le otorga la nueva Constitución vaticana vigente desde 2001. «Diario Palentino, 7 de noviembre de 2010»

Más del dicho al hecho

Sin mujeres que anda el PSOE CyL ¿Frenar la despoblación hombres solos? La risa.

La Alcaldesa de Venta de Baños parece el reducto de un género a extinguir en Castilla y León. La cortesía y educación de los caballeros que la preceden también queda patente, si al menos fueran machistas educados no la dejarían la última del cortejo.

De otras cosas se le podrá acusar pero no de mentir. Oscar López dijo en su toma de posesión, como candidato por el PSOE CyL, que no iba a tener  en cuenta para nada las cuotas, y desde luego lo cumple a rajatabla. ¡Ya lo creo!

En eso no se distingue nada de su antecesor Angel Villalba, que no lo dijo pero lo practicó.

Y ahora es cuando surge la pregunta: ¿Tal vez se merecen el  voto en blanco de las mujeres para las próximas elecciones? ¿O es que ya le tienen y por eso no ganan nunca?