Terroristas camuflados

 Texting-acoso“Cinco mujeres muertas en doce días de julio, premio a las políticas de igualdad del gobierno”

             Amanece Rajoy inspirado una mañana y habla de un “Plan de reconciliación social” cómo de la nueva panacea que pretende ilusionar a los millones de españoles en la pobreza, a miles de universitarios sin beca, a millones de parados sin subsidio o a las voces ciudadanas amordazadas.

          Aterrado, el Presidente, por la paulatina defunción del Partido Popular a la vista de las pasadas elecciones y del pronóstico de las que se avecinan, pone en marcha forzada los motores de su equipo de gobierno y del otro, el del partido, para comerse todos sus argumentos anteriores, bajar impuestos sin criterio,  endulzar un poco a sus oponentes internos y elaborar un discurso machacante contra viento y marea para que nos repita una y otra vez que los corruptos son otros y que la salvación de España está en manos del PP. Nada nuevo cara al sol.

            Y aunque el sol nos acelere el optimismo y el caloré aletargue la indignación, algunas noticias nos hieren como púas a carne abierta. Cinco mujeres asesinadas por sus terroristas particulares en doce días de julio espolean la rabia y volvemos a empezar. Devanando el ovillo de las quejas nos encontramos con la falta total de interés del gobierno en defender y proteger a las víctimas, en otorgar un papel primordial a la educación en igualdad, en dotar de medios los recursos destinados a tal fin.

            La Guardia Civil denuncia presiones de superiores para que no se valoren situaciones de riesgo medio-alto porque no hay medios para la protección; fuentes del ámbito jurídico proclaman que no se forma a los jueces, abogados y cuerpos de seguridad para su intervención ante estas denuncias; la descoordinación en la cadena de protección es tercermundista; las casas de acogida funcionan bajo mínimos vergonzosos; las asociaciones del ramo mueren de inanición, solo queda dinero para que la FAES y la Fundación Francisco Franco ensalcen la figura y el ideario del Generalísimo y propongan más retornos al viejo Código Penal de la Dictadura.

            La pionera Ley contra la Violencia de Género aprobada por el gobierno de Zapatero sentó un hito de vanguardia internacional en defensa y prevención de las mártires de una violencia endémica en las in-culturas paterno-machistas, pero al llegar el PP, a la maquinaría se le negó la gasolina y se fomentó la discriminación machista empezando por los colegios y consintiendo el estereotipo macho a todos los niveles. ¡Vaya Plan! 

«Diario Palentino, 19 de julio de 2015»

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