“Más que tristes somos intolerantes, provincianos y muy cotillas” (me incluyo)
Hace unos días en este mismo medio se publicaba una encuesta que señalaba a Soria, Palencia y Teruel como las ciudades más tristes de España. ¡Olé! Y nos tachaban de ser poco cercanos hacia los visitantes. ¡Pues bien!
Hay quien se ha ofendido mucho antes de sentarse a reflexionar un poquito. La conclusión no nos tenía que pillar desprevenidos, sobre todo desde que las calles de la ciudad están repletas de maduritos para arriba, pocos jóvenes, y niños con cuentagotas. ¿Quién no tiene hijos, sobrinos, nietos, amigos o vecinos que tengan a sus hijos lejos, o muy lejos trabajando o buscándose la vida?
Pues sí, Palencia es una ciudad triste y recelosa porque no tiene relevo generacional, porque los jóvenes se tienen que marchar, porque las parejas no se pueden casar ni comprarse un piso para vivir y procrear, porque las pocas empresas que dan empleo cierran, porque la noche palentina es patética, solo algunos esforzados, tenaces y admirables hosteleros inventan y reinventan para llenar sus locales y sus terrazas los fines de semana. En los pueblos los alcaldes hiperactivos llenan el mes de agosto de eventos para atraer a los veraneantes. Está muy bien, pero dura lo que dura la fiesta y el verano. Algo es algo.
Cómo no va a ser triste Palencia si se muere poco a poco. Por cada diez fallecidos, nacen siete. El censo electoral del INE canta por sí mismo. En la últimas elecciones nacionales, noviembre de 2011, éramos 142.186 electores en la provincia; en las reciente europeas el censo era de 138.714, es decir en menos de dos años Palencia ha perdido 3.472 electores, de los que 1.185 corresponden a la capital. ¿Quién dice que esto no es triste?
Los pocos jóvenes que tienen la valentía, la osadía o la cobardía, que de todo hay, de quedarse a subvivir en esta ciudad pagan una persecución que no existía en quienes hemos pasado aquí nuestros mejores años de rebeldía. No recuerdo a la policía pisándonos los talones por sacar las cervezas a la calle ni por ir a merendar a la Fuente de la Salud o a la fuente del Rey en bicicleta. La verdad es que ser joven hoy en Palencia, es muy, muy triste.
«Diario Palentino, 03/08/2014»
Pues, aunque me gusta llevar la contraria, en este caso no puedo. Tal cual es esta ciudad de Palencia. Se te olvidó el caciquismo.
¿Quién contestó las preguntas de la encuesta?
htp://umbralesdecampos.blogspot.com
Vaya unos ánimos. Y que derrotista. Palencia esta en un gran eje industrial dentro de Castilla. Excelentes comunicaciones con Madrid y el Norte.
Hay que potenciarla y saber lo bueno que hay, que es mucho.
Hay mucha gente que apuesta y gana trabajando y viviendo en Palencia. Y que es eso de subvivir? Ni que fuera una ciudad de África o de Europa del Este sin ir más lejos.
Creo que he viajado lo suficiente como para afirmar que en Palencia se puede vivir muy bien.
Viva el optimismo y no el derrotismo y el pesimismo que nunca ayudan.
Es una ciudad d mierda llena de gente rancia, envidiosa, cotilla y mala. Muuuuy mala. Por supuesto q es triste, yo soy de Palencia y no quiero ni verla, imagina si eres d fuera. Ala, a cascarla y a dejar d ser tan paletos