Las valientes, las que además de estar indignadas son valerosas, porque intuyen el camino auténtico que debe seguir la sociedad para recuperar la dignidad. No están “hipotecadas”. Luchan por lo que creen y desconfían de quienes las quieren manipular.
Me refiero a Beatriz Talegón, dirigente de la organización internacional de jóvenes socialistas, que se lanzó en un discurso imbatible desafiando a todos los gerifaltes apoltronados en poderes que no merecen porque hacen un uso pérfido y torticero de la representación que ostentan, y a la que ahora están utilizando para lavarse la cara y las manos.
Soledad Becerril* , marquesa de Salvatierra, Defensora del Pueblo, asumiendo el papel que designa el nombre de su cargo informa negativamente la legislación gubernamental (Ley de Tasas) que dificulta y/o impide la defensa judicial de la persona y los bienes de muchos ciudadanos, hasta el punto de que el gobierno mismo, que la puso donde está, tiene que arrepentirse y dar marcha atrás en su dislate.*Unos dìas después: «Los suyos» la convencen y da marcha atrás abandonando a los ciudadanos. Con la Derecha nunca se puede cantar victoria si errar.
Ada Colau, portavoz de la PAH, Plataforma de Afectados por la Hipoteca, luchadora incansable y enérgica, que sin medios consigue que dejen de remolonear nuestros parlamentarios después de lograr aunar las conciencias de casi un millón y medio de ciudadanos sensibles para hacer frente a una legislación cruel que destroza las familias, esas que tanto enarbolan como fatua bandera los mismos que las desprotegen.
Sor Teresa Forcades, monja benedictina, especialista en medicina interna e ilustre teóloga feminista en el marco de la Doctrina de la Liberación y la Sociedad Europea de Mujeres Teólogas. Incansable luchadora contra los crímenes y delitos atribuidos a las multinacionales farmacéuticas, apadrina la formación de una Plataforma Social en Martorell que congrega AMPAS, secciones sindicales, partidos políticos (ICV, ERC, CUP, PSC y EUiA) y personas por cuenta propia, abogando por la movilización social como vía para salir del sistema capitalista y enfrentarse a esa “mano invisible” “que permite que los más poderosos tengan privilegios que la ciudadanía no tiene”
ELLAS luchan con sus escasos medios, apenas su voz y su entrega desinteresada cerca del pueblo, en las calles, en las redes sociales, taponando la puerta de los que van a ser desahuciados o tapando la boca de tanto hombre encorbatado que dice reunirse, debatir, pedir y crear inútiles comisiones, estudiar y gastar la vela pagada con los dineros públicos en la confianza de que pase el tiempo y vengan días, vengan ollas.
Y así se va escribiendo la historia de la humanidad, cíclicamente, como las crisis, siempre vuelve a empezar por el capítulo uno, al terminar en el epílogo. Al final de toda cruenta historia, cuando los hombres han perdido las hachas de guerra en la batalla y andan como zombis que se creen vivos, sin proyectos ni estrategias y vagando derrumbados, tienen que llegar las mujeres a recoger los restos y volver a recomponer un hábitat de supervivencia, para que la humanidad continúe el círculo y vuelva a hacer lo mismo.
Unas pocas mujeres de avanzadilla que vienen a enmendar la plana a tanto valentón de ego subido, mucho fardel y poca merienda. Unas pocas, de momento, abriendo camino entre centenares/miles de hombres que se aplauden a sí mismos atrincherados detrás de sus trajes como parapeto de unos poderes que desde hace mucho tiempo los ciudadanos les hemos retirado. «Diario Progresista, miércoles, 20 de febrero de 2013»
Buenas tardes, Elisa:
Apunto, a vuelapluma, varias cosas que me sugiere el artículo.
– Sabes que los laicos no decimos amén ni a los obispos, ni a las mujeres. Aunque, (unos cuantos y unas cuantas: cuatro gatos según unos, una marea según otros) coincidamos con el obispo de Getafe cuando habla de Eurovegas y discrepemos de Esperanza Aguirre cuando habla de ese mismo tema. Distinguimos entre sujeto y predicado.
– Voy a discrepar de tu opinión de que son «unas pocas, de momento….» (unas pocas, según Elisa Docio, una marea según las fotos de los periódicos). Hay un buen número de mujeres descollando en ámbitos de medicina, de ciencia. Y las diferencias salariales entre hombres y mujeres no se pueden igualar «por abajo». En fin, sanidad y educación: profesiones con importantes porcentajes de mujeres, no pueden quedar con salarios «pseudofemeninos», sino con salarios equiparables a otras licenciaturas universitarias: Debe tenderse a la reducción del diferencial en salarios en oficios y profesiones «masculinos» y «femeninos». El personal sanitario y el personal educativo están trabajando en una organización gubernamental,(en la que no cabe el voluntarismo, sino la profesionalidad), no en una ONG. Y, por supuesto, a la religiosa teóloga, habrá que abonarle, en nómina, (no en sobre sorpresa), lo que le corresponda por sus aportaciones a la Teología (y por sus charlas y conferencias): Sin discriminación alguna por razón de sexo, ni por razón de religión.
– Cuando se realiza una enumeración, en este caso de mujeres ilustres, se corre el riesgo, en teoría, de cometer dos errores: El error «a» consiste en incluir en el grupo de ilustres a alguna que otra «aurea mediocritas». El error «b» consiste en dejar de nombrar a personas, mujeres en este caso, ilustres: Entiendo que la columna no da más de sí, que no había ánimo de exhaustividad y que, necesariamente, te has tenido que dejar en el tintero un largo listado: En fin, necesitarías el espacio de la Biblioteca Nacional para poder enumerar unas cuantas mujeres brillantes en sus respectivas áreas de actividad, en un eje diacrónico ( a lo largo de la historia) y en un eje sincrónico (a lo ancho del mundo mundial). Por cierto, aunque con el error «b», está abierta una magnífica exposición histórica en la Biblioteca Nacional de Madrid.
– La alusión a una religiosa teóloga indica, como muestra un botón, que las mujeres, con estudio y dedicación (al igual que sus compañeros de aula varones) pueden descollar en esta (y en cualquier otra) disciplina académica. A mí lo de itinerarios universitarios y de formación profesional de «chicos» y de «chicas» no sé qué me parece: Bueno, sí, me hace recordar mis años jóvenes.
– Bueno, en la selección que has hecho, no has cometido el error «a». Pero, es que lo tenías «chupado».
Un saludo (de un fan de tus columnas un poco puñetero).
P.D. Lo de «en tu fiesta me colé» de Talegón (y ¿a quién le importa lo que ella haga?) (¡menudo sermón!) me parece fantástico. Pero ¿qué quieres que te diga?. Tengo la tarjeta de «amigos de los paradores» y abono el importe de la factura que me corresponde, IVA incluido, contribuyendo así al mantenimiento de estos establecimientos y del empleo que generan. (Tampoco es que esté allí con mucha frecuencia, pero bueno.(Si propone que nos quiten la tarjeta de paradores a los de siempre,(a los que nunca antes habíamos ido) que no cuente con mi voto).