Los dos sectores sociales que más han castigado al PSOE han sido las mujeres y los jóvenes.El remedio está en nuestras manos.
Parafraseando a Lou Marinoff, en su súper ventas Más Platón y menos Prozac, podemos emular sus soluciones ante lo que nos ocurre en las tripas del Partido Socialista. Desencantados, humillados, invisibles cuando España más nos necesita, sin poder afrontar una oposición digna al partido conservador que nos ha comido la merienda, la cena y puede que en Andalucía también el desayuno, sufrimos y nos enfrentamos unos a otros como si de bandas chinas se tratara.
Ante la depresión y la impotencia ¿qué hacer? ¿Nos empastillamos con el más vale malo conocido que bueno por conocer y nos tragamos una vez más la poción preparada por los druidas del “aparato” para quitarnos el dolor matando al mensajero y asumiendo la orden castrense de “la obediencia debida”, o afrontamos con reflexión y calma la situación y propugnamos solventar de fondo el problema, extirpar el mal de raíz y renacer del desencanto?
Esa siempre es la encrucijada, escoger el camino a corto plazo y que poco o nada se mueva, o afrontar con valentía la senda de la renovación total, de la innovación y las nuevas ilusiones. La vida siempre nos lleva a un mismo cruce, mirar a un palmo de nuestra nariz o echar la vista a lontananza, arriesgarse y pelear.
En la tesitura que nos ofrece en la actualidad la dualidad de candidatos a la Secretaría General del PSOE, no nos podemos quedar en la fachada, en el telón, en lo que nos muestra la escena mediática. Tenemos que curiosear entre bambalinas, qué hay detrás de tan bonitas palabras que cualquiera suscribe. El papel es blanco y se deja escribir, las palabras se las lleva el viento, todo el que vende proclama que su producto es maravilloso, es el mejor. Pero… ¿y los vicios por evicción, los fallos que se nos ocultan? ¿Quién está detrás y qué se pretende a la larga? ¿Qué se cuece detrás de esos personajes, de esas figuras, de esas fachadas?
Parece muy claro, que el felipista Rubalcaba representa el ala más conservadora del partido, conservadora sobre todo de un estatus orgánico que pasa mucho de las bases, de los ciudadanos, adeptos y simpatizantes para hacernos creer que sus mandatos, candidatos y posiciones son los que nos convienen. ¿Por qué iban a hacer ahora algo distinto de lo que llevan haciendo treinta años?
Carme Chacón, representa sin embargo una esperanza, al menos, de modernidad y desintoxicación interna. ¿Qué es catalana? mejor que mejor, todos españoles. Nuestros hijos que no conocieron en edad política consciente a Aznar, ni a Felipe González, se entienden con los de su generación, la de los años 70 y 80, hablan el mismo idioma tradicional o virtual, se mueven en los mismo ámbitos, también reales y virtuales. Los dos sectores de población que más han castigado al PSOE en las elecciones han sido las mujeres y los jóvenes. El remedio está en nuestras manos. «Diario Palentino, 15 de enero de 2012»