«Encierro en el Edificio de Estudiantes de la Autónoma
Tomás Sayes pasea muy despacio cuando sale a estirar las piernas por el pasillo del Edificio de Estudiantes de la Universidad Autónoma de Barcelona. Ayer cumplió 26 días en huelga de hambre contra el plan Bolonia. «Ya he perdido ocho kilos. Estoy muy cansado y me cuesta hacer las cosas, pero voy aguantando».
Esther Taboada. Jueves 19 de marzo del 2009. La Voz de Galicia.
Tomás se agarra a su botella de agua con azúcar, que bajo una exhaustiva supervisión médica va combinando con bebidas isotónicas. «La decisión de oponerse al plan sale del núcleo de la Universidad Autónoma del SEPC [Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes]. Llegamos a un contexto en el que, después de muchas manifestaciones, ocupaciones y movilizaciones estudiantiles, las instituciones ni nos daban una respuesta, ni nos escuchaban, ni nos permitían participar en las decisiones del nuevo modelo educativo que quieren implantar. Por ello nos decantamos por realizar una acción más contundente». Tomás es estudiante de último curso de Informática, tiene 23 años y lleva dos como miembro de la institución donde se toman las decisiones en su universidad, el consejo de gobierno de la Autónoma.
«Me ofrecí yo porque decidimos que la persona que llevase a cabo la huelga de hambre tenía que ser representativa de los estudiantes, porque siempre dicen que somos una minoría y eso no es cierto». Además, explica que la medida persigue dos objetivos: «Conseguir un debate profundo sobre la universidad que queremos, que sea llevado a cabo por toda la comunidad universitaria y con la garantía de una moratoria de la implantación del plan Bolonia y, por otro lado, que se acabe la criminalización del movimiento estudiantil y que se retiren las sanciones a los 28 estudiantes de la UAB expedientados».
Plantea la huelga como indefinida. «El límite está en mi salud», dice Tomás después de puntualizar que su caso lo llevan cuatro médicos y que es la primera huelga de hambre en Cataluña desde que se instauró la democracia. Barcelona es estos días el centro de la protesta anti-Bolonia en toda España. Tomás explica las razones: «Barcelona siempre ha contado con un movimiento estudiantil muy fuerte e históricamente ha sido muy reivindicativa. Además, tenemos al lado a los franceses, que son más cañeros».»