Mujer Sapiens (De Paco Piniella)

Desde Cádiz

Sobre el «gobierno rosa»

Algunos quizás deban pensar que hace unos treinta mil años, cuando la extinción del Neandertal, y surgió el Homo sapiens, este era exclusivamente masculino, algunos incluso, todavía inmersos en el cuentito religioso de Paraíso-manzanita-hojita de parra… creerán que las mujeres han salido de la costilla del hombre, como un apéndice para su uso y disfrute. Todavía en el Siglo XXI es normal que esto ocurra, cuando los del “cuentito” siguen pensando en que Darwin era un degenerado y que Dios, claro esta, era masculino y poderoso, frente a la mujer, la madre, la cuidadora, aquella en la que todas las mujeres deben proyectar su imagen. En España, además, la influencia religiosa y el conservadurismo ideológico, nos ha marcado a lo largo de la Historia, y muy especialmente en los últimos cuarenta años de la Dictadura del General Franco con aquella «Sección Femenina» de la Falange.
Hoy afortunadamente sabemos que el llamado dimorfismo sexual no es más que un proceso biológico en el que todos los científicos coinciden en su tendencia a la homogeneidad. No tendría hoy día sentido pensar que mujeres y hombres en una cultura de racionalidad puedan tener pendientes espacios de exclusividad, más allá de situaciones biológicas razonables y necesarias. Todo esto viene a colación de la terrible y absurda controversia sobre si el Gobierno de España es un gobierno rosa, endeble, incapaz,… sobre las teorías conservadoras en torno a la inadecuada promoción de la mujer hacia los puestos de relevancia política. No cabe duda que nuestra sociedad ha avanzado en el Siglo XX y en parte de esta centuria gracias a la lucha de muchos y muchas por los derechos civiles, cualquier situación vivida en estos últimos años sería impensable si nos remontáramos cien años atrás. Y como todos los avances, estos se realizan “pisando los callos” de los poderosos y en menor proporción, de las poderosas. Las mujeres han tenido que ir avanzando hacia su “visibilidad”, parecería lógico que todos hubiésemos aceptado el que no podemos convivir hombres y mujeres estando unos al margen de los otros. Pero creo, y no se trata de hacer de esta apostilla solo una loa al feminismo, que el principal objetivo de todos y todas debe ser hacer un Mundo mejor en el que se compartan todos los espacios y que ganemos tambien los hombres buscando la felicidad en parcelas que nuestros abuelos como hombres se dejaron arrebatar: encontrar que la satisfacción no solo esta en las grandes metas de políticos y empresarios, sino también en las pequeñas cosas de la vida diaria, en nuestros hijos y en el libro que leemos en casa después de sacar del baño a la pequeña. Parece, desgraciadamente, que asociemos el mundo masculino a la competencia, a salir de casa a la oficina, al despacho, al tajo y volver ya de noche para perdernos lo que dejamos, ya no en manos de la mujer, sino de la chica (porque normalmente es una chica mal pagada) que ha hecho la comida y ha llevado a nuestros hijos al colegio. Y ese movimiento puede pensarse que es ñoño, trasnochado, antiguo, y que no es digno del discurso político, pero creo que nos equivocamos. Para mi es glorioso que una mujer embarazada vaya a Afganistán a estar con las tropas allí, como Ministra, porque representa que la cotidianidad de la vida no se ve afectada por las ganas de hacer, cada uno y cada una, lo que le apetezca y pueda. Y como decía Paco Ibáñez “que la música militar nunca me supo despertar”,… pero es justo y necesario ver la vida así y qué lindo sería que todas y todos dejáramos ya de hablar de esto y de escuchar a los mandatarios delincuentes, a los matones, a los periodistas corruptos y a los tontos que se encrespan ante las bravuconadas de un locutor radiofónico extraído del Nodo.