“Ellos que se veían bien arropados por las multitudes del “finde” gritando improperios contra el gobierno y las instituciones”
Suele pasar. Cuándo un ente individual o colectivo se pasa la vida mirándose el ombligo y diciéndose ¡qué grande soy!, y si además se practica la endogamia social y no se hace peña más que con los propios que opinan lo mismo, ocurre, lo que tenía que suceder al Partido Popular.
Recuerdo un reportaje retrospectivo que televisaron algunos años después de la muerte del infausto dictador que nos toco sufrir tanto tiempo. En el documento visual, la viuda decía, aparentemente compungida, que tanto su esposo como ella siempre pensaron que los españoles les querían mucho, para nada sospecharon que a su muerte nos íbamos a abalanzar hacia la libertad, ya teníamos comida, “progreso”,etc.
Es frecuente, ocurre a menudo, es efecto simple de la egolatría, ahora la crisis aguda le toca al Partido Popular. Después de tantas manifestaciones meticulosamente organizadas, con banderas del aguilucho incluidas, después de esa curiosa estrategia mantenida y no enmendada de resaltar el derrotismo y la persistente caña y negatividad ante los asuntos de los españoles, después de haber malgastado tantísimas energías en destruir en vez de edificar, vamos los españoles y les suspendemos. Ellos que se veían bien arropados por las multitudes del “finde” gritando improperios contra el gobierno y las instituciones, que se reunían en sus grupos cerrados para felicitarse de lo bien que lo estaban haciendo, perdieron la referencia democrática y les pasó como a la viuda de Franco, que creían que los españoles les queríamos y estábamos muy contentos con sus gestión. ¡Toma candela!
Y cuando el ambiente se enrarece se queman hasta los garbanzos. Mariano, constituido en el mal necesario o en el mejor de los males, dice que no se baja de la burra, mientras Losantos y el Mundo le socavan los cimientos. Esperanza le jura “amor eterno” y alimenta una página web que azuza los ánimos y recoge firmas en su favor mientras de tapadillo, dicen, que propone a Rodrigo presidir el partido para ella quedarse de Secretaria General y acabar siendo la “lideresa” y futura candidata a la presidencia de la nación. Manuel, el financiero, debe pensar que no le va el rollo de hacer oposición porque se gana poco dinero y tal vez, incompatibilice en mayor grado el poder ganarlo por otro lado, tuvo que abandonar Telefónica y BME para nada. Ángel lleva camino de la nada más absoluta, y Alberto está en todos los mentideros, que si sustituirá a Ángel. Los nacionalistas no quieren ver a los del PP ni en pintura, sucesivamente se han ido cargando internamente a los líderes mejor considerados, en el caso catalanista, Joseph fue despedido o autodespedido, repudió públicamente a Eduardo y a Ángel.
Pero la baraja, como suele ocurrir en los juegos de intereses, tiene las cartas marcadas. Es posible que ninguna lógica esté guiando las decisiones, una mezcolanza de intereses personales, junto con los de partido en segundo término, unidos a la necesidad de cubrir una imagen, que haya paz interior y buena venta al exterior, presiones de los grupos aznaristas y la FAES más cerca de la ultra que de la tendencia mostrada en los electores, son los componentes que están sobre la mesa.
Todo esto ocurre en el principal partido de la oposición, que no saben como hacerlo para lavar su castigada imagen, tampoco quieren dar su brazo a torcer. Andan confundidos, desconcertados, como la viuda. Si suavizan mucho su discurso nos van a parecer blandengues y vencidos, o disfrazados. Ya no saben que decir del terrorismo, ni del 11-M, ni de los nacionalismos, sus fantasiosos discursos se esfumaron el día que los electores les dimos la nota.
Soraya se muestra desolada porque José Luis no está en la foto de palique con los otros asistentes a la cumbre, según ella los demás “hablan de asuntos importantes”, o puede que de fútbol simplemente y al Presidente no le interese perder tiempo en chachareos inútiles. Para política exterior la del Partido Popular, con Bush entre bambalinas manejando los hilos de inutilidad que nos tocó sobrellevar.
Una brújula para los dirigentes del Partido Popular, que hace tiempo olvidaron que todas sus tareas y desvelos tienen solamente un objetivo ajeno a sus cuitas e intereses, el bienestar de los españoles y del entorno mundial. «Diario Palentino, 6 de abril de 2008». www.elisadocio.blog.com