La noticia de la sentencia resultante del juicio del 11-M acaparó la atención de los españoles con una intensidad inusitada, el resto de los acontecimientos del día a nivel nacional e incluso mundial quedaron en una discreta segunda plana. El resultado de largos y controvertidos meses de estudio y valoración de las pruebas de aquél inolvidable siniestro han dado como resultado seiscientas páginas de argumentos y miles de años de condenas impuestas por un tribunal, unánimemente catalogado como riguroso, estricto, correcto y ecuánime.
Para la opinión publica mayoritaria el significado de la sentencia es muy simple, se limita sacar a la luz aquella verdad que, para los demócratas de éste país, nunca entró en penumbra, y ello muy a pesar de los pertinaces y aviesos propósitos de la derecha más derecha de sembrar la duda, hablar de conspiración, de terrorismo de casa y de tantos y tantos desafueros, muchos cayendo en las injurias sistemáticas e incluso rozando las calumnias, con la anuencia episcopal que ha puesto durante estos años sus micrófonos a disposición de la causa.
La sentencia se ha limitado a colocar los hechos y la autoría en el lugar que les corresponde, pero el daño moral que los improperios ultras han causado a la democracia española tendrá una estela de larga duración. Los instigadores de la «Teoría de la Conspiración», los ignotos Peones Negros, nombre que suena a KKK, el innombrable radiofónico y toda la maraña de metástasis cuyo cerebro está centralizado en la FAES[*], han conseguido su objetivo primordial, que los ciudadanos se hastíen y lleguen a desconfiar de sus gobernantes, han tintado la pacífica convivencia ciudadana de malestares, han enmarañado las relaciones personales, vecinales, regionales, todo bajo un objetivo de desestabilización y discordia. Hasta la institución monarquía ha sido «touchée« por estos amantes de los poderes autocráticos bajo partido único.
La sentencia ha puesto la democracia en su lugar, ha prestigiado la justicia, también despreciada desde esas mismas fuentes de información/deformación estratégicamente orientadas.
La expectación sobre el resultado llegó a su fin, mala suerte para el Partido Popular, en plena precampaña todo su gozo en un pozo, pero quedar de pie como los gatos aún cuenta en la agenda del PP, las primeras reacciones ha sido ppenosas, lejos de recoger velas siguen en sus coletazos de la desconfianza, piden que se investigue más, niegan la manipulación informativa de los días siguientes al atentado y no dan su brazo a torcer. Ni la leyenda del santo incrédulo les sirve de modelo, la contundencia de la resolución judicial del Tribunal les hace meter los dedos en la llaga pero ellos bajo consciente contumacia persisten en interpretar que sí pero no, que son apariencias, que sigue habiendo más, algo más del más allá de los hechos probados, de los autores encerrados, de los muertos pulverizados. Algo más…, como es su costumbre, como las armas de destrucción masiva que motivaron la guerra de Iraq y que cuatro años después aún no han aparecido. Difama que algo queda, miente que algo sacarás aunque sea fugazmente.
Lo procedente, lo razonable, lo beneficioso y lo conveniente para los españoles, para nuestra democracia, para retomar la armoniosa convivencia cotidiana y la recuperación de la fe en nuestro sistema de gobierno es tomar buena nota y aprender la lección. No se debe mancillar lo que es patrimonio de todos porque el atacante recibe el impacto del boomerang en pleno coco, después de haber causado mucho daño en su trayectoria.
Al recibo de la sentencia las reacciones no auguran nada bueno para los demócratas, los socialistas han ofrecido no hacer un uso instrumental en la inminente campaña electoral si el PP acata la resolución judicial y deja de enroscarse obsesivamente en aquella fecha. No es fácil para la actual derecha que pretende el gobierno en éste país, dirigida aún en la sombra por el causante de los mayores males que hemos padecido los españoles desde la muerte del dictador, no es fácil digo que de la noche a la mañana enmienden su propia plana y se preocupen en serio de lo que es bueno para la generalidad y no solamente para su ego. «Diario Palentino, 4 de noviembre de 2007″
______________________________
*] FAES, Fundación instrumental ideológica, vinculada al PP, creada y presidida por el Ex (Aznar) que sirve y bien, entre otras funciones, para atacar subrepticiamente al adversario político poniendo en marcha estrategias de confusión.
Deja un comentario